miércoles, marzo 12

Lucas Escalante: la hipótesis que vincula a policías de Quilmes y Florencio Varela y el misterio de su paradero

Los rastrillajes dieron negativo, por lo que el fiscal apuntará ahora a seguir tomando declaraciones testimoniales y en los próximas días se retomaría la búsqueda del cuerpo.

Efectivos de la División Homicidios de la Policía Federal realizaron este jueves rastrillajes en varias zonas de Coronel Brandsen para buscar el cuerpo de Lucas Escalante, el joven que desapareció el 9 de diciembre de 2022 en Florencio Varela junto a su amigo Lautaro Morello, quien semanas después apareció calcinado.

Fuentes policiales informaron que tienen la firme convicción que los efectivos de la fuerza bonaerense involucrados en su desaparición pudieron descartarlo en esa zona.

“Todos los caminos conducen a Brandsen. En uno de esos lugares, casualmente, viven policías que prestan o prestaron servicio en Florencio Varela y estuvieron involucrados en la causa”, remarcó la fuente consultada.

En el lugar también estuvo el fiscal a cargo de la investigación, Daniel Ichazo, y también lo hicieron familiares del joven desaparecido.

Los rastrillajes dieron negativo, por lo que el fiscal apuntará ahora a seguir tomando declaraciones testimoniales y en los próximas días se retomaría la búsqueda del cuerpo.

“El fiscal cree que en esa zona está el cuerpo de Escalante y va a insistir con eso. Antes va a tomar algunas declaraciones testimoniales, porque entiende que pueden darle más precisiones sobre donde pudieron haber enterrado al chico”, reveló un vocero policial a NA.  

Ya a esta altura, a más de 26 meses del hecho, la Justicia -y también la familia- cree que Lucas fue asesinado y lo que se busca es su cuerpo.

Escalante, de 24 años, y Morello, de 18, fueron vistos por última vez el 9 de diciembre de 2022 a la noche.

Ese día se dirigieron a la casa quinta del comisario mayor Francisco Centurión, quien en ese momento era jefe del Enlace Interpol de la Policía Bonaerense con sede en Quilmes, para encontrarse con el hijo del funcionario policial.

Los jóvenes habrían ido en busca de vales policiales de nafta que les habría prometido Cristian Centurión, hijo de Francisco, quien estaba con su primo Maximiliano.

Semanas después, Morello apareció calcinado en una zona rural de Guernica, partido de Presidente Perón.

Cuando llegue el momento del juicio, los primos Centurión afrontarán la acusación de “homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento en concurso real con privación ilegal de la libertad agravada por ser cometida por violencia”.

A Francisco Centurión se lo señala como responsable del delito de “sustracción de caudales públicos en concurso real de la privación ilegal de la libertad (respecto a Escalante) agravada por haber durado más de un mes y por ser cometida con violencia”.  Además, se lo juzgará por “homicidio agravado para procurar la impunidad para sí o para otro”.

También están acusados por “encubrimiento agravado” el comisario Sergio Enrique Argañaraz (titular por entonces de la seccional 4ta de Bosques), el comisario inspector Luis Alberto Zaracho  (jefe de la DDI de Quilmes), y los subordinados Juan Manuel Brito y Ramiro Yair Forchinito.