A través de un comunicado difundido en sus redes, la Agrupación Celeste llamó a todos los sectores del club a construir un frente común de unidad. Reivindicaron los avances institucionales de los últimos años y plantearon la necesidad de iniciar una nueva etapa de crecimiento, profesionalización e integración.
En un año electoral clave para el Quilmes Atlético Club, la Agrupación Celeste emitió un comunicado en el que convoca a todos los espacios políticos de la institución a conformar un frente de unidad que priorice el interés colectivo por sobre las diferencias sectoriales. Bajo el título “Nuevos desafíos, nuevos liderazgos”, el documento reivindica los logros de estabilidad alcanzados en los últimos años y señala que, tras tres gestiones consecutivas que completaron sus mandatos, el club está en condiciones de dar un salto de calidad.
“El club ha logrado, por primera vez en décadas, tres gestiones consecutivas completando su mandato. Este no es un dato menor: es una conquista institucional que debemos valorar y defender”, expresa el texto, que subraya que gracias a ese piso de orden y continuidad fue posible encarar una etapa de recuperación.
Desde la Agrupación Celeste entienden que la etapa que se abre no puede limitarse a garantizar la sostenibilidad, sino que debe estar marcada por el crecimiento, la modernización, la planificación a largo plazo y la construcción de una identidad sólida. En esa línea, remarcan: “Queremos ver al club en Primera División, con una estructura profesional, con infraestructura moderna, con recursos económicos de calidad, con identidad, pertenencia y orgullo.”
El comunicado también reconoce que existen distintas listas y visiones dentro de la vida política del club, algo que consideran legítimo. Sin embargo, advierte que el desafío que se presenta requiere una conducción integradora que represente a todos los sectores. “El club no necesita vencedores ni vencidos. Necesita dirigentes con la madurez histórica de saber que esta oportunidad es única”, señala.
Finalmente, el mensaje enfatiza que “la unidad no es solo una estrategia, es una necesidad histórica”, y hace un llamado explícito a dejar de lado las mezquindades y especulaciones personales, poniendo por delante el proyecto común. “Hay momentos en los que la historia exige más. Este es el momento”, concluye.